martes, 3 de noviembre de 2009

El escualido perrito blanco


Un niño, mientras escuchaba musica, iba pasiando a su perro en una plaza cerca de su casa. Era de noche. Queria sacarlo a pasiar por no haberlo hecho hace dos dias y como bien se sabe, estos animalitos necesitan desestresarse del encierro hogareño.Corriendo y olfateando, el iba por todos lados embuelto en una ansiedad, el pasto, los troncos, los perros, el sube y baja, el columpio, uf¡
Inquieto y cizañador, comenzo a amenazar, el palido y delgado pudul, con feroces colmillos y euforicos ladridos a cuanto ser canino se le acercace, a lo menos, unos veinte centimetros mientras estos no le tomaban mayor atencion y seguian de largo. El niño comenzo a tirar de su cadena para alejar al cizañador de la posible confrontacion debido a que sus enemigos eran mas mansos y bravos que el quebradizo. El flacucho iba adelante de el, entusiasmado, corriendo por donde su nariz le dictace pero el niño dirijia con dureza y reprendia con rigidez cuando el blanquito se aproximaba hacia la calle, infestada de fugaces vehiculos, o cuando su colera estuviera a punto de armar una riña.
El pobre perrito no podia hacer lo que queria, su cadena estaba algo tensa. El niño iba camninando mientras el iba corriendo, asi que tenia que esperar para llegar hacia los pequeños bosques y a los macizos grandes tallos . De pronto, sus cuatro patas y su respiracion agitada comenzaron a tirar de la ferrea cuerda llevando al niño hacia aquel punto desconocido, hacia aquella esquina donde cruzaban los autos sin clemencia. Al detenerse el niño, el perrito quedo algo asfixiado por el golpe y comenzo a ladrar porque el amo no lo dejaba cruzar la calle. En la esquina de la calle habia una casa, con mucha gente, repleta de seres gozadores de la vida. El perro insistia en ir hacia aquella casa pero el niño decidio dar otra vuelta mas... sin comprender aun porque el perrito queria ir hacia haya, el pequeño decidio volver al mismo sitio. La escualidez blanca, comenzo a desesperarse, a ladrar, al ir en contra donde su amo queria, arrastrandolo de a poquito hacia la calle. Sin embargo, el niño no lograba entender porque el animalejo queria ,con su noble alma, seguir en su insistencia.
Para escucharlo mejor, se saco los audifonos y escucho algo que gracias a la melodia ignoro por completo: Aunque entre las rejas de la casa habia madera impedian la identificacion de alguna cosa, se podia oir a un semejante a este ser de cuatro pilarcitos pero con la diferencia que el ladrido de este era parecido a la dulce e irritante voz de una hembra. El, comprendiendo la causa, decidio llevar al perrito a la casa porque era imposible atravesar el cumulo de personas que habian alrededor de ella pero el perrito seguia con su pertinencia, alterando al niño y haciendo que este lo obligara por la fuerza bruta a seguirlo, separandolo de la perrita que tambien ladraba, le ladraba, encerrada en concreto y hierro.
El perrito siguio oponiendose a su amo en direccion contraria hasta llegar a la casa. Despues el perrito gemia una tristeza tal que hasta el propio niño comenzo a llorar...

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